Esta receta la dedicamos a una salsa. Puede que sea una de las recetas menos sanas que pondremos, pero es muy rápida y está muy buena. Tiene un toque agridulce, un poco picante. Una anotación importante, es que a quien no le guste el ajo esta receta no es la adecuada, aunque puede sorprenderte lo deliciosa que esta.
La salsa en este caso la utilizamos para acompañar pollo frito (1kg de alitas) pero puede ser también una salsa para mojar con las patatas fritas o lo que queráis.
Ingredientes para la salsa (3 personas):
-Ajo (4 ajos machacados)
-Margarina (75gr)
-Ketchup
-Tabasco (al gusto)
-Sal y pimienta
-Vinagre (3 gotas solo si se nota mucho el saber del ketchup)
Preparación de la salsa:
En una sartén (pequeña si puede ser) a fuego lento, derretimos la margarina y añadimos el ajo previamente machacado. Quedará mejor si se machaca bien el ajo para que la salsa no tenga grumos.
No dejamos que ni el ajo ni la margarina se queme. Se remueve durante un minuto más o menos y añadimos ketchup. En este caso le tiramos dos chorros de ketchup. Debemos tener en cuenta que cuanto más ketchup más dulce se hará la mezcla.
Justo después añadimos unas 5 gotas de tabasco para que no sea muy picante. En el caso de que la salsa sepa demasiado a ketchup le añadimos unas gotas de vinagre. Después añadimos sal y pimienta al gusto.
Tiempo de la salsa: 15 min
Preparación de las alitas de pollo:
Freís en una sartén las alitas, hasta que se doren. Es importante no quitarle la piel a las alitas porque sino la carne se quemará. El resultado será unas alitas crujientes por fuera y carnoso por dentro.
Preparación de las alitas de pollo:
Freís en una sartén las alitas, hasta que se doren. Es importante no quitarle la piel a las alitas porque sino la carne se quemará. El resultado será unas alitas crujientes por fuera y carnoso por dentro.
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